jueves, 22 de octubre de 2009

“Medalla de Oro para… MÉXICO”




Inicio de semana y personas van corriendo a su trabajo con la esperanza de no ser el próximo en formar parte de la lista de desempleo. Mientras que hay miles de jóvenes formados desde las siete de la mañana para comprar boletos de Coldplay, para el concierto en Marzo.

Enseguida la típica pregunta sale a la luz ¿Qué pasa con los jóvenes de ahora? Se preocupan más por alcanzar un boleto para un concierto que por el futuro que les espera. Ante ésta situación es imposible saber si quieres reír, llorar, o pensar en lo raros que somos los pobres (no tenemos dinero pero lo poco que nos queda nos lo gastamos en donde sea).

¡Y claro! Como no querer escapar de la realidad si en China crecieron un 8.9%, mientras nosotros rompemos récords en desempleo, irónicamente en el gobierno del presidente del empleo. Hay un poco más de 6 millones de mexicanos que no tienen en dónde trabajar (esta cifra es sin electricistas) y como si fuera paquete de KFC, aumento de 1% en el I.V.A.; aunque podemos verle el lado bueno, podremos tomar cursos de inglés (lo que necesitaba México para cuando venga Coldplay).

Ante ésta situación (y cualquier otra) la respuesta universal para un joven es: “Me da igual”. Pero es seguro que si alguien como el finísimo diputado Óscar Levín Coppel les dijera: “Ahora sí van a comer mierda” (aunque es duro de admitir, esa posibilidad no es lejana) la reacción de los jóvenes ante la situación sería diferente.

Es muy bonito pensar que algún día todo cambiará para bien, pero si no se despierta del autismo (éste podría considerarse un ejercicio mundial) y se empiezan a generar acciones por medio de la educación, difícilmente se podrá hacer un cambio, porque como diría Don Quijote: “Por la calle del ya voy, se va a la casa del nunca”.

1 comentario:

  1. Vaya, qué crecimiento. Me encantó esta columna. La redacción está más cuidada, las ideas con un orden que sorprende. No cabe duda que cuando quieres, logras textos bien interesantes.

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