jueves, 5 de noviembre de 2009

AHORA EN MEXICO: ¡tu voz por tu vida! promoción única y por tiempo ILIMITADO...

José Bladimir Antuna García vivía en el estado de Durango. Trabajaba en un periódico de aquel estado, cubriendo la agenda policiaca. Bladimir había recibido tres amenazas de muerte, y como es costumbre para los mexicanos, la tercera es la vencida.
Con él ya van nueve comunicólogos asesinados; Es uno más que es asesinado por hacer su trabajo, uno más y no pasa nada. Con éstas cifras al parecer ser periodista en México es una profesión de alto riesgo (para los amantes de las emociones fuertes, esta carrera está ampliamente recomendada)

Ésto coloca a México como el país más peligroso de América Latina para ejercer la libertad de expresión. Nuestro país está a la altura de Somalia, Irak y Paquistán en asesinatos a periodistas.
Y mientras ésta ola de delincuencia va creciendo, nosotros seguimos contando víctimas, seguimos permitiendo la indiferencia por parte de las autoridades. Y como consecuencia de este último acto vemos como se alimentan los futuros actos de violencia. Pero por otro lado, simulamos un México democrático que no existe; porque en toda democracia, ejercer la libertad de prensa en un contexto de seguridad es un elemento indispensable.

“Matar al mensajero” parece estar de moda en la sociedad; y lo peor de todo es que la violencia está generando que los comunicólogos tengan un grado muy alto de autocensura. Los periodistas están dejando de investigar, corroborar, cuestionar y argumentar las piezas informativas porque ninguna nota vale una vida. Como consecuencia de este fenómeno podemos ver como la sociedad poco a poco se derrumba ante la palabra IGNORANCIA, apartándonos cada vez más de la información veraz y oportuna que propicia la reflexión sobre nuestro país, gobernantes, políticas públicas y partidos políticos, entre otros temas.

El asesinato de Bladimir Antuna es un ejemplo más para ver el evidente proceso de descomposición del sistema en el que vivimos. Nos muestra todo lo que hemos dejado y estamos dejando de hacer.

Preguntémos: ¿Cómo podemos prevenir otro asesinato a periodistas? ¿Será que la respuesta es sentarnos a leer periódicos donde sólo contengan información “oficial”? Empiezo a sospechar que la sociedad se resigno a tener verdadera información que nos permita un profundo análisis sobre el mal gobierno existente.

De igual modo se ha perdido la solidaridad dentro de los mismos medios de comunicación. La competencia informativa, ha cegado a los medios para mantener las posibilidades de tener un frente unido para exigir un ambiente seguro para realizar su trabajo.

Resulta peligroso seguir con el discurso que señala que la ausencia de solidaridad “es así”. No existe alguien que señale verdaderamente la situación en México y quien lo hace: termina muerto. El contexto difícilmente cambiará. No obstante la voz se tiene que oír: ni un asesinado más.

1 comentario:

  1. Aplaudo el tema que tocó. Me preocupa mucho, pero mucho, su ortografía. El discurso está ben. Tal vez faltaron antecedentes. Creo que tiene cualidades para el artículo, pero por lo que más quiera, aprenda a pone acentos.

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